jueves, 17 de noviembre de 2011

AL CAER LA TARDE


Al caer la tarde, la melancolía, será  hipocondría,
pero nunca  ira. Sólo deseos nacen de mi mente,
que nadie maneja, ni nadie comprende.  Humor,
gracia dirigen la vida,  infinita en mil  fantasías .

Ávido tu ser, aviva placeres, que  pocos conocen,
o quizás no entienden. Horizonte, dudas, sueñas.
Despierta, que  todo minuto, es tu imagen  bella.
En silencio dejo mi cariño, para cuando quieras.

Furtivo deseoso fue, todo encuentro sentido a tu lado.
Escondido, disimulado, no temas, no quiero limosnas
tampoco milagros. Tan sólo quiero, un cariño audaz,
sin miedo o halagos, deseo un amor, para así gozarlo.

Ya todo lo tengo, el amar así, fue poder Supremo.
Siempre lo agradezco. Que importa, no entiendes,
así sólo quiero. Te dejé mi Alma, cubierta de besos,
tus ojos quedaron conmigo,  son mi sueño eterno.   

No pretendo nada, más si quisieras, un solo minuto,
romperás barreras? Esa duda inmensa¿ aclara ideas?
¿Por eso tú escapas, por eso, deseas por eso tú huyes?
No alcanza la idea, un día sabrás,  errada es tu apuesta.

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