internalización del embeleso, encantador hechizo,
paraliza mi ser subyugado en tu extraño esplendor.
¿Cuál dime? es el sinónimo de semejante atracción.
El tiempo, ni retrocede ni detiene. El destino purifica
mezcla de agua bendita, es el amor, que enceguece.
Locura innata. Fragor en lucha, esencia inseparable,
empatía de participación, siento por ti, al encontrarte.
Acaso puede la vida contrariar, mi deseo de amarte.
Si acaso hay pena, castigo, llevaré altiva resignación.
Nada me aqueja, en mi alma, brillan estrellas y sol.
Toda mi energía renuevo, en este amor que te doy.
No participa mi estrella, que acompaña mi verdad,
en las cosas que los hombres, tratarán de averiguar.
Invisible mi secreto, divagando viene y va, buscando
en la luz encendida, espacios, para contigo bogar.
Regresa querido mío, pues mi espacio es tu lugar,
Por qué te resistes tanto, dejas el tiempo pasar.
Sabes sin que preguntes, cuánto desea mi andar,
encontrar entre mis pasos, los tuyos para caminar.
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