imposible de olvidar, cambiar lo que está marcado.
Energía complaciente, cuando pretendo culparme,
devuelve paz a mi Alma, cuando procuro olvidarte.
Ya nada es tan distinto, quizás mi humor tantas veces,
cuando me asomo a la vida, chocando con pequeñeces.
Pero ¿Cómo poder evitar, si, ante tanto amor que expreso,
sólo es posible el intento, porque nada, nada es verdadero?
La vida me regala, cada día en la esperanza, sonrisas,
que van naciendo y tristezas desechando. Este andar
ambivalente, me aprisiona tantas veces, producto
de tanto amarte, aunque reaccione muy mal a veces.
Amar no es una figura, que puede cambiar de modo,
es sentir la vida, en todo, aunque ese todo, es sufrir.
Es entregar toda el Alma, dibujando sentimientos,
que vuelan entre tormentos, encontrando la verdad.
Amar es la eternidad, que se siente en un abrazo,
entender que en el fracaso, habrá otra oportunidad.
Amar es dejar hablar, escuchar, lo que disgusta,
no se si es lo que más gusta, pero sí, enseña a vivir.
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