Me llené de ti, con tus bellos ojos, mirando los míos.
Colmé mi canasta de sueños, penetrando al paraíso,
te cubrí en besos. Embebí mi cara, con dulce néctar,
llené los espacios en la suavidad, de tu piel perfecta.
Nuestro silencio dibujó ágilmente, la pasión que alberga.
Cuánto imaginé el momento intenso, mi boca, susurro.
Mi boca despierta, rozando tus labios, aguijón de abeja.
Miré y gozaba, ya que sólo tú, será quien abra mi puerta.
Me llené de ti, de pasión extraña, en sólo un minuto,
avivaste el Alma. Vinieron las rosas, amaron los tallos,
crecieron pimpollos, crecieron geranios y una dulce voz,
dijo te extraño, amor no hay barreras, unamos las manos.
Me llené de ti, estrujando toda tu piel, sin rechazo
esperando amor, ese instante apoyada en tu regazo.
Tus ojos acompañaron, esa vida, que te entrego a ti.
Que te siente, necesita, recuerda, para poder existir.
Me llené de ti, con sed infinita, como en el desierto,
buscas un oasis, que alivie tu sed, con agua sabrosa.
Mirando tus ojos, dibujé mil mares, junté caracolas,
para amar y darte. Espero mi vida, no tardes, no tardes.
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